“¡Arráncate los tapones de los oídos y escucha! ¡Quiero que hables! ¡Arriba! ¡Arriba!
Aquí hay truenos bastantes para que también las tumbas aprendan a escuchar.
Y borra de tus ojos el sueño y toda miopía, y toda ceguera. ¡Escúchame también con los ojos! Mi voz es medicina hasta para los ciegos de nacimiento.
Y una vez despierto deberás estarlo para siempre.”
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra
Aquí hay truenos bastantes para que también las tumbas aprendan a escuchar.
Y borra de tus ojos el sueño y toda miopía, y toda ceguera. ¡Escúchame también con los ojos! Mi voz es medicina hasta para los ciegos de nacimiento.
Y una vez despierto deberás estarlo para siempre.”
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra
Imagina que un niño de las favelas de Brasil encontrase este libro. Esta es la premisa de la que parte este multipremiado corto cinematográfico brasileño que se titula “Meu amigo Nietzsche”. El cortometraje dura quince minutos.
En esta producción de Fáuston da Silva vemos reflejado el contexto social del Brasil actual, un país desestructurado en clases económicas muy diferenciadas y unidas por la alienación del fútbol, el culto religioso y un profundo desconocimiento de la cultura, la filosofía o las artes.
En el corto, el pobre Lucas pregunta una y otra vez a las personas con las que se cruza por el significado de la palabra “Nietzsche”y nadie sabe darle una respuesta. Curiosamente, nadie excepto un recolector de cartón, el cual, además de ser conocer al autor, lo invita a entender la filosofía que emana del libro que tiene entre sus manos.
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